22/08/15

Ceremonias rituales dentro de un invernadero



Nos encontramos en un claro en medio del bosque, somos un grupo de personas reunidas para enfrentarse a un problema, la aventura había empezado.

Algunos del grupo eran personajes de la saga El Señor De Los Anillos, Gimli, Aragorn, Legolas, los hobbits y Gandalf, de alguna forma sabía que estaba en medio de la primera parte de la saga, La Comunidad Del Anillo.

Gandalf lleva el liderato, cuenta que el enemigo acaba de aterrizar en la tierra, es una raza extraterrestre, empezará su invasión a través de una plaga previa al ataque. Nuestro primer objetivo es construir en el claro una estructura, lo que será nuestro centro de operaciones y nuestra zona más protegida.

A un ritmo acelerado traemos troncos plásticos, cavamos la tierra y al final construimos un enorme invernadero hecho de diferentes tipos de madera y diferentes plásticos. La construcción es de tejado plano, la estructura tiene la forma de un cubo rectangular con una pasillo estrecho adyacente al por el que se entraba. 


Dentro se distribuyó el espacio dejando un círculo en el centro con solo tierra, el resto era hierba y plantas colocadas como en una ceremonia al redor.

Gandalf vuelve a hablarnos de la situación. En medio de sus palabras el sufre una visión, durante unos instantes el tiempo se para y todo lo que ve coge un fuerte tono verde oscuro. Lo que se veía éramos los integrantes del grupo mirar hacía Gandalf aterrorizados, entre nosotros un montón de criaturas con aspecto de trasgo, estas también miraban con terror al mago, en ambos bandos se veían los cuerpos llenos de grietas, el mago lo comprendió, si no cambiaba algo en el futuro se encontraría en esa situación, entonces tendría que usar su último poder, una bola expansiva de magia que mataría a enemigos y amigos.

Tras la visión se volvió aún más apurado, a mí me envió a un pueblo cercano.

En el pueblo la gente seguía con su vida con toda la tranquilidad, unos cuidando su huerta, unos viendo la tele otros hablando en el banco. Yo recorría las calles buscando algún indicio, había personas que no entendían lo que yo buscaba pero otras se escondían muy astutas.

Al convencer a un vecino me dejo entrar en su granja investigar, los integrantes de la familia se estaban poniendo enfermos todos de una forma sospechosa. Dentro no parecía haber nada hasta que veo algo moverse en una pequeña corte, había un ratón con una barriga enorme casi tan grande como un balón de futbol, al apoyarme en la puerta y estar cerca me sentí cansado, entonces lo comprendí, ese tipo de ratas transmitía la plaga.

Cogí una barra de hierro e intenté matarla, al principio fallaba pero al estar atrapada daba vueltas y siempre volvía intentarlo, hasta que perdí mis fuerzas, solo le golpeé una vez, su barriga se dobló como si fuera goma elástica y volvió a su posición. Los siguientes golpes si le daba eran imperceptibles.

Dejo la rata, me voy al invernadero, tienen que hacerme algo, estoy débil, me caigo a cada rato por el asfalto pero sigo, algún vecino me ayuda algún trozo pero otros sonreían, notaba que estaban bajo el control de los invasores, estaban ganando terreno.

Llego arrastrándome a la entrada de nuestro campamento, allí me llevan al círculo y me devuelven la vitalidad.

Volvemos marchar de nuevo un compañero y yo, esta vez tenemos que llevar unas vacas a un lugar seguro, apartado de la plaga.

Las llevamos y una vez cerramos la entrada repasamos el estado del cierre, cuándo me doy cuenta, miro las vacas y tienen algo curioso, eran de una raza que tenían mucha piel sobrante entre el lado derecho de su panza y la pierna derecha, formaba una bolsa colgante dónde las vacas llevaban agua y bebían cuando les apetecía.

Revisando un poste encuentro en el suelo un anillo, es un anillo grande, con una esfera de color dorado a la que están apegadas dos perlas blancas.

“Qué golpe de suerte, podemos vender esto y usar el dinero para financiar nuestra misión” dice el hombre.

Lo miro con más detenimiento y le hago un giro sobre las perlas, el anillo estaba hecho de varias piezas, dentro de la esfera había diminutas figuras oro, unas eran ramas de árboles, otras animales, un ciervo y un lobo.

De repente me doy cuenta, estas figuras colocadas de cierta manera tienen poder mágico, debemos llevarlas al círculo y hacer una ceremonia.


FIN

Ningún comentario:

Publicar un comentario

Comenta que che inspira este soño, que che parece, que aprendiches ou cal é o dilema para ti.
Grazas polo teu aporte.