El dolor se mueve

Estoy con un hombre, estábamos hablando, en concreto de como mi vida no me dejaba tiempo ni tan siquiera para dormir, por eso yo al final no terminaba rindiendo. El sin embargo defendía que era posible poder darlo todo en la vida, su vida era un largo conjunto de proyectos, negocios, chanchullos, sexo y por si aparece alguna gana de dormir, lo soluciona con anfetamina.

Alardeaba de haber tenido largos éxitos, tener varias aventuras con una famosa cantante y todo ello manteniendo una mujer fiel esperándole en casa, su cuerpo le daba para todo pero cuando se detenía su actividad sentía que algo en su cuerpo estaba cambiando, como si algo lo contaminara pero no podía parar a darse cuenta, hasta esta conversación.

“hostia!, joder!, algo se está moviendo dentro de mí, es como si la enfermedad cobrara vida propia dentro, me cago en dios!, seguro que fue una enfermedad venérea que se me junto con todo el resto y me está montando una sangría dentro” empieza a retorcerse de dolor, está de pie y se levanta la camiseta mirando su cuerpo, su piel se movía como si tuviera una criatura bajo ella, el dolor que le producía era descomunal. En ese instante la perspectiva cambia y yo pasaba a ser ese hombre sin parar de mirarme, con un dolor tremendo y gritando, sentía como si lo que se movía fuera una rata, sentía como sus patas se apoyaban en mis entrañas abriendo paso, no tenía forma de quitármelo, no sabía qué hacer hasta que el animal se movió hasta mi pene, como si intentase salir y fuera a reventármelo, un dolor nunca visto, sentir dilatar mi cuerpo, sentir las uñas apoyarse en mis órganos. En medio de una situación límite se me ocurrió la idea, cogí un condón y me lo puse a la fuerza, la presión que hacían sus bordes sobre mi pene dilatado estaban estrangulando a la criatura, no podía moverse, hasta que muere.

Tras el agitado dolor la rata seguía dentro pero al estar muerta mi cuerpo empezó a consumirla, poco a poco, a partir de aquel momento no pude hacer otra cosa que descansar, pasaría los próximos meses sin hacer nada más que descansar en la cama.

FIN