30/03/15

Ventaja Peligrosa

 Estoy en un escenario propio de un videojuego de estrategia, puedo ver el interfaz del juego de color verde con brillos, recordaba al juego de El Señor De Los Anillos, La Batalla por la Tierra Media 2. Yo estaba en un equipo, en el mapa que nos movíamos solo había otro equipo rival con el que estábamos enfrentados.


La partida había empezado hacía poco, nuestros edificios eran pocos y nada desarrollados, no habíamos luchado casi nada con ellos y la experiencia para usar habilidades era ridícula.

Llegado a un punto en el desarrollo nos quedamos paralizados, no podíamos avanzar, hacía falta algo, algún recurso, actualización o experiencia. El equipo contrario también estaba en las mismas, lo que nos dejaba en una situación de tensión sin tener tropas que luchar.

Entonces en un borde de la zona de la partida, una nave espacial aterriza, se abre una puerta automática que abre como si abriese una boca de la nave, de dentro salía un brillo blanco, pero al poco tiempo ya salieron sus pasajeros, dos seres de aspecto completamente antropomorfo, de tez negra oscura y con un tercer ojo en medio de la frente. Iban vestidos con trajes y corbata, todo de color verde oscuro excepto el detalle de un pañuelo blanco en la solapa.

Caminan directos al campamento enemigo, cuando se pierden entre sus edificios los compañeros de mi bando se acercan corriendo a la nave diciendo “tenemos que sacar algo, sino todo lo que digan a ellos será una desventaja para nosotros”.

De la nave entran sacando al segundo algo que uno de ellos lleva en sus manos, al momento corren a esconderse detrás de una vieja granja, detrás en sus viejas tierras de plantación nos reunimos.

Entonces veo lo que han traído, un cerebro fresco, lo habían sacado de un ser de esos guardado en un ataúd en medio de la nave. Ahora que tenían algo trajeron materiales y entonces ya podían construir un edificio especial alrededor de tal cosa.

Una vez terminado, en la mesa interior uno de ellos coge el cuchillo y lo abre, entonces busca en sus sesos algo que debería ser valioso. Para ese momento otro compañero dice “pero que hacemos, se van enterar antes de que podamos usar esto para derrotar a nadie, y son extraterrestres nos destrozaran como nada”. Ahí todos los presentes se marchan, desalojan el edificio y sus cimientos dejándome allí solo, sosteniendo un cerebro y con una expresión de sorpresa tan grande que aún tenía que asimilarlo para plantearme moverme. Miro el cerebro y me repito en alto “Estoy seguro de que se van acordar de el cerebro y no les va gustar”.


FIN

28/03/15

Como tiras de una persiana


Es una soleada tarde, estoy rodeado de personas que no reconozco, había mucha gente en aquel campo de tierra, mis ganas de marchar me impulsaron a querer salir volando, cosa que inesperadamente logre, cuando me di cuenta estaba flotando sobre sus cabezas hasta que decidí aterrizar en una carretera cercana.

Al quedar allí parado mi mente pensó y se transportó a una visión. Estaba viendo la ciudad, en concreto unas calles muy próximas a el lugar del campo de tierra, lo que veía era una vista de Google Maps, como si estuviera viendo desde el cielo el dibujo formado por la imagen de satélite, mi punto de vista cambiaba de altura, intentando bajar el punto de vista a Google Street View, entonces noto como si las imágenes del satélite se realizaran por filas, como si las imágenes del satélite se sacaran como las tiras de una cortina, cambiando su perspectiva al moverme, cada tira pasaba a reflejar una imagen sacada desde el suelo, en una de ellas me paro, reconozco en ella el instituto al en el que estudie, en los bancos de la entrada había chavales sentados, sol reconocía a uno, un conocido escocés con el que me llevaba bien, todo ello con una definición y calidad de imagen alucinante, cuando me fijo en la siguiente franja veo al mismo escocés caminando por otra calle, deduzco que las fotos están hechas en diferentes tiempos para cada tira.


Vuelvo a mi propia perspectiva, me doy cuenta de que nos están espiando, Google seguro que saco una foto de mi volando, eso me cabrea, pero bien pensado, aunque sepan todo sobre mi, no me pueden quitar la libertad de poder volar. Emprendo vuelo a un instituto donde estudiaba un amigo, el también debía hacerlo.

Aterrizo en el campo de futbol, lleno de chavales mirándome raro, yo les cuento –si queréis podéis volar, solo tienes que intentarlo de verdad- ellos incrédulos no me creían aunque flotara delante de sus narices, ninguno lo intento. Yo me dirigí a dentro, allí encuentro un compañero, estaba trabajando para el instituto arreglando unas barandillas, me decía que igual lo cogían para el mantenimiento del colegio, le felicite, el tenía muchas ganas de volver a trabajar y era muy bueno. Entonces veo por el pasillo a mi amigo que salía al campo, me acerco a él y le digo  -podemos volar! Yo he aprendido y tu lo vas hacer ahora, lo agarro y lo lanzo unos metros de alto -inténtalo ahora!-, callo a la misma velocidad que subió, no se quejo mucho y yo le dije –Tranquilo, no pasa nada si no sale a la primera-.


FIN

27/03/15

Esperando a fermentar


Me encuentro dentro de una enorme sala oscura, una sala subterránea hecha a partir de chapas de metal, era cuadrada y en cada esquina había un depósito, como una enorme cuba hecha de planchas de metal unidas por gruesos tornillos, tenía varios metros de alto, en su cima una compuerta circular que daba a una escalera soldada sobre la cuba, las cubas tenían cuatro cristaleras alargadas en vertical por las cuales se podía ver el interior, un interior en el cual se podían ver cuerpos de personas vestidas durmiendo y nadando en un liquido verdoso, toda la sala estaba bañada por una tonalidad verde oscura, además aquellas cubas no solo eran altas sino que estaban enterradas en suelo, su profundidad era inmensa.

Yo caminaba por aquel lugar, mirando los cristales y preguntándome porque debía ir a dormir todos los días dentro de eses almacenes, entonces ese pensamiento se comunico a todas aquellas mentes dormidas, todas con tranquilidad empezaron a nadas hacía la superficie, salían caminando, veía sin parar cuerpos surgir de la profundidad de aquellos tubos. Cada vez que salía una persona la cuba cambiaba, cada vez las paredes de chapa parecían soportar más presión, su color cambiaba, el metal en segundos se tornaba oxido, un color oxido tan potente que iluminaba, se deshacía cayendo en trocitos el metal, unos megáfonos empezaron a sonar, gritos de peligro y alarmismos por superpoblación, yo podía comprender que quien nos controlaba, tenía miedo a nuestro numero y quería protegerse de nuestra amenaza pero yo creía que podíamos vivir, la superpoblación solo era el miedo que usaban para mantenernos dormidos porque vivos ya estábamos y si no se puede sobrevivir ya habríamos muerto.

En esa momento era el momento de salir, encontré un túnel vertical por el cual me tiré, una caída de varios metros y topaba con una chapa soldada, esta con mi golpe rompía, después con mis golpes estallaba como si fuera un cuadrado en el juego Mario Bros, había cuadrados que me obstaculizaban, algunos estallaban, otros sin embargo eran premios ocultos, de una cajita salía un liquido, parecía el liquido de un huevo sin la yema, solo clara transparente, entonces le pegaba un bocado y la tragaba. Entonces notaba un repentino cambio en mi, era capaz de lograr un nuevo prodigio, una vez fue poder saltar con fuerza sobrenatural, el siguiente que encontré me permitía flotar, el siguiente otro poder, cada vez que avanzaba en dirección a la salida me hacía más poderoso, alguna persona que me siguió también cogió alguno, cuando me encuentro con un poder que me permitía modificar la forma de la materia y construir lo que mi mente quería, entonces comprendí que ahí estaba la clave, si que era posible vivir con muchísimas personas en el mundo, con estés poderes podre ayudar a construir sus vidas, con la ayuda de aquellos que podemos, el mundo puede seguir de pie aunque los viejos poderosos no confíen en nosotros.


FIN