01/07/16

La colina de hierro

Me encuentro en al fondo de una clase, estamos todos de pie, es una clase de pintura, tenemos varias mesas como las de una barra de un bar que cruza la clase, sobre ellas ponemos nuestros enormes folios especiales para pintar.

Yo tenía un compañero a mi derecha, un hombre adulto, tenía la cara llena se marcas faciales, como si tuviera una vida intensa y llena de obligaciones. A la mitad de la clase el decide que tiene que marchar, lo espera una labor importante, me encarga a mí que guarde sus dibujos hasta la próxima, él no puede llevarlos a la reunión.

Poco después me doy cuenta de que tengo demasiados dibujos que llevar, intento cogerlos todos con las manos y camino a la salida con los brazos extendidos esperando que secara la pintura.

Como puedo salgo de la clase.

Me encuentro solo, fuera me encuentro de frente con una gran colina de césped verde, aunque sé que es una fachada tan solo.

En el pico de la colina se veía un saliente metálico con unas ventanillas, a los alrededores de esta, la colina sacaba enormes chimeneas de varios metros de altura. 

La colina de verde césped era la fachada que habían construido para la mayor fábrica de toda la ciudad y a saber cuánto más.

En sus buenos tiempos recordé que trabajan 5000 personas. Hoy está la mayoría parada, coloreada por dentro con oxido.

Me acerco a la cima, abro una trampilla y puedo ver lo que esconde, un inmenso vació ocupado con hierros y tuberías, la profundidad que tenía era mucho mayor que la altura de la colina, cuando me fije aparte de tener cierto vértigo pensé en lo buen sitio que sería para hacer paracaidismo.


FIN

01/05/16

Economía Aplicada

Me encuentro en una ciudad muy poblada. Estoy con unos conocidos hablando, uno de ellos acababa de salir del trabajo, trabajaba para un banco, la conversación tenía lugar al lado mismo, de hecho algunos estábamos medio apoyados en su pared de piedra.

Ese mismo hombre que trabajaba allí nos estaba contando una historia sobre lo que se hacía dentro, decía que podía demostrar con qué cara trabajaban.

Entró en el banco y me encargo que fuera pedir cambio de 10 euros. Al rato está en la ventanilla, me acerco y le doy el dinero, dentro empieza a hacer un paripé, en medio de la actuación se mete en la ventanilla otro hombre, este dice ser un inspector, se saludan cordialmente y el saca los papeles pertinentes, mi amigo poco después saca 35 euros y “gracias por su visita señor”.

Me marcho como si nada hubiese pasado y paro con mis amigos a hablar del asunto.

Mis amigos se habían marchado, yo quede medio vagando por la ciudad esperando que mi hermano terminase de trabajar, trabajaba en un banco.

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Yo le espere en la acera opuesta al banco, mirando que andan haciendo. Un hombre con aspecto de vagabundo se para en un buzón apoyado, empezando a hablarme de la economía y la banca. Entonces un chaparrón empezó a mojarlo todo, nosotros dos quedamos inmóviles observando el local.

En el segundo piso del local tenía decorado, publicidad y papeles. Entonces vi salir a mi hermano con un par de chicas vestidas de camisa blanca, ellas se pusieron fuera, una trataba de coger un decorado que parecía pesar tanto como sus deudas, la otra solo se ponía a dirigir, y mi hermano tenía que llevar a dentro un saco lleno de cartas, cuando mi hermano recibía sus orden el parecía una mujer, se movía de una manera rara, hasta que antes de entrar me mira y me hace un gesto positivo con la mano, en ese momento sí que tenía la cara de mi hermano.

El hombre apoyado en el buzón no sabía si estaba esperando por mi o si se había quedado allí para mirar como aquellas chicas bien vestidas mojaban sus camisas, aunque no lo dijera, el hombre tenía la ilusión de que se le rompieran algunos botones.


FIN

01/04/16

Mi Hermanita

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Estoy con mi hermano caminando hacía un lugar dónde quedamos un grupo de amigos para empezar una ruta de senderismo. Antes de llegar allí ya estamos probando nuestras habilidades un poco haciendo Parkour por el pueblo, mi hermano en concreto competía contra su mejor amigo en quién conseguía llegar antes al punto de reunión.

Llegamos al lugar, era un montículo de piedras al lado de un camino. Charlamos allí con el resto del personal, estos se quedan alucinados cuando me ven con unas zapatillas de verano para hacer la ruta, les hablo de que yo si no hay agua voy sin problemas en zapatillas. Ellos me insisten que coja unas botas o algo contundente pero yo sigo con mi opinión.

Emprendemos la marcha, yo me acuerdo que no traje nada más que mi ropa, entonces voy corriendo a casa a coger cuatro cosas útiles y ya les pillaré en la montaña, empiezo a correr y soy una bala, saltando con una destreza que los pierdo de vista en segundos.

Una vez cojo las cosas voy directo al monte, atravieso un prado, para seguir veo que el prado está rodeado de unos árboles grandes con muchísima maleza entre ellos, solo había un hueco para pasar, este lo habían medio tapado con una gran bola de hierba seca y sobre ella una tabla enorme con un hueco cuadrado por el que pasa una persona tranquilamente. Al fijarme noto que esa estructura y la disposición del bosque esta así para encerrar a algún animal al otro lado.

En el prado del otro lado me cruzo con un montón de cordeles tirados, de todos los conocidos que debían estar allí solo encontré a una niña, era mi hermanita, poco más crecida que un bebe. En aquel lugar encontramos de pronto un pozo lleno de agua hasta arriba. Mi hermana se quiso acercar, de pronto veo que se mete dentro, al segundo me acerco a prisa y me meto dentro a sacarla.

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Nado, nado y nado. Con una agitación enorme busco desesperado tocar algo que no sea piedra ahí dentro, sigo bajando y no la encuentro, ahora tengo que subir que no tengo aire, subo, cojo una bocanada y ahora me meto aún más al fondo, mi mente se aterrorizaba con la idea de que bajara hasta tan abajo, se me ocurría que pudiera quedar enganchada en alguna extraña grieta que yo no vi. Llegado a un momento había bajado demasiado, ya no tenía aire para seguir ni para arriba ni para abajo.

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Entonces la escena pasa a ser un juego, mi hermanita surge del fondo subiendo como una bala, lleva ahora ropa de princesa Peach y me arrastra arriba como si fuera un torpedo. Una vez fuera solo podía pensar en que me había pasado ahí dentro. Ahora vuelvo bajar hasta el fondo pero ya no soy yo, soy mi avatar del Super Mario, me encuentro setas de crecimiento en las paredes del pozo, al fondo, más setas para conseguir vidas, alguna estrella y unas raras planchas sobre las que saltaba, con ellas llegaba a traspasar la pared, para encontrarme que al otro lado ya había tortugas, tubos y algún cuadrado sorpresa, pero nada más llegar salté mal, caí al vacío y suena la música.

Estoy ya de vuelta en el ciudad, esta todo revolucionado con un evento televisado, un barco atraca en el río, están buscando quién se atreve a montar en él. Se suben viejos, algún chaval conocido y algún que otro personaje de la ciudad. Cuándo empiezan a mover el barco la gente empieza caer al río, estaba el camarote al máximo. Medio pueblo se reía solo de verlos caer por tonterías y discusiones entre ellos.

Vuelvo a casa, allí me pongo a ver una película que pasan por la tele, mi padre también pasaba por allí y se queda a verla, la película en principio pasa en la tele pero llega su actor principal a andar por nuestro salón como un fantasma, de hecho cruza las paredes, interactúa incluso a veces con nosotros los espectadores.

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En cierto momento decido bajar a la cocina, en la cocina me encuentro un libro, estaba relacionado con la película, parte del contaba su historia, otras partes tenían cómic en blanco y negro, al final del libro empezaba a ser cada vez más educativo, repleto de fórmulas, trigonometría espacial y geografía. Al terminar la película mi padre baja, al ver el libro también comenta conmigo que ese era uno de los libros que usó en su época de estudiante de la que recordaba que duró unos 16 años, no me quedó claro cuándo empiezo a contar.


FIN

01/03/16

Te felicito, has descubierto los colores


Estoy con mi padre alrededor de una mesa redonda sobre la que tenemos montones de colores, pinturas y hojas de varios dibujos.

“Tengo que entregar cuatro ideas en forma de dibujo para mañana, vamos ver que tenemos hecho”.

De entre los papeles mi padre me enseña los que tienen algo, uno un dibujo largo y difícil a medio hacer. Otro que solo tenía el fondo pintado. Otro, un retrato con solo los ojos y las orejas pintadas. Había alguno bien hecho como el de una Harley de color negro con un gran efecto de profundidad.

No tenía suficiente material decente, mi padre se acercó y miro uno perdido, le hizo un trazo, cuando lo miro había hecho un contorno gris pero era preciso como una impresora, pese a que el dibujo en sí era el más infantil de todos.

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Salgo de casa y me acerco a el lugar de trabajo de un compañero de estudios, era un hombre que desde que empezó a trabajar no lo volví a ver, me sorprendió, estaba entusiasmado hablando en una conferencia mientras recibía ciertos datos por un ordenador. En el centro de la presentación se alzaba una pizarra separada en cuadrados, cada cuadrado tendía a tener un color y tonalidad especial, era el boceto en vivo y en óleo de su último proyecto.

En el ordenador recibe la tabla de colores de un amigo personal suyo. La mira y salta del ordenador, “Acaba de llegarme, esta es la idea que transformará esta empresa y esta sociedad. Me acaba de pasar la tabla cromáticas de mi amigo Jorge, es justo lo que buscaba, miren” Una tabla cromática personalizada hasta el extremo dónde predominaban ciertas tonalidades como el rojo oscuro y el verde. “Esta será la nueva revolución artística en las tablas cromáticas desde su creación”.

Con el anuncio el resto de señores se marchan celebrarlo, con todo más calmado él me logra ver entre el público.

“Cuánto tiempo hombre” así empezó la conversación. Resultó extraño saludarle cuándo lleva un traje verde oscuro cuya limpieza lo hace brillar.

Hablamos de nuestras historias y al final me despido de él “Por cierto Felicidades por lo bien que lo hiciste en las prácticas y lo bien que te va más allá de ellas” dije.

A lo que respondió mientras se marchaba al ordenador “Gracias, a ver si después de ellas volvemos un día a pasarlo bien como antes, hasta la próxima”.


FIN

01/02/16

El bebe


Nos encontramos en mi casa, había invitado a un amigo, este había traído una mochila y un montón de papeles de su trabajo. No obstante yo le había invitado a pasar el día conociendo el pueblo y relajarse una tarde.

Al final del día, ya de noche él quería irse a casa pero yo le invito a dormir en casa. –Aún mejor- pienso yo, el piso que tiene alquilado mi hermano en la ciudad, es amplio, moderno y esta vacío.

Entonces él se marcha para allá, yo me quedo en casa con sus cosas. Cuándo me pongo a pensar antes de dormir me acuerdo que para él, el día siguiente tenía que estar en pie a las 6 para volver al trabajo y entonces necesitaría los papeles que trajo.

Los cojo, me meto en el coche y me dirijo al piso de mi hermano.

La ciudad estaba vacía, no había tan siquiera un animal deambulando. La calle en la que estaba el piso era una de nueva construcción, con calles anchísimas, llenas de edificios recubiertos con grandes chapas de acero. La acera incluso también tenía partes de acero, todo el vecindario brillaba con las luces del coche.

Dejo el coche y empiezo a andar, miro el reloj y quedaban tres horas para las 6, no era el mejor momento para despertarle con sus cosas pero si lo dejaba para más adelante sabía que yo iba dormirme.

Al entrar en el edificio, me encuentro de nuevo en una nueva acera al pie de unos edificios de ladrillo más pequeños, seguía siendo de noche pero había gente por la calle, algunos saludaban, otros se limitaban a hacer ejercicio.

Entro en el primero que veo, tengo su puerta de frente. Dentro había un pequeño pasillo con varias puertas azules oscuras, las paredes eran de blanco sin ningún decorado.

Entro en la puerta a mi derecha, dentro había tres niños, de pronto los reconocía, había ayudado a su madre que se encontraba en la habitación de al lado. Ellos estaban jugando con las pocas cosas que allí encontraban de color, estaban bien entretenidos.

Al ver que iba bien, salgo de la habitación, cierro la puerta y entro en la puerta que estaba pegada e esta habitación.

Estaban la madre, un niño de 9 años y otra niña de unos 3 o cuatro. En el momento en el que cierro la puerta suena una alarma.

Por la televisión escuchamos el aviso a través de un reportero. Se ha liberado un virus de contagio por el aire, este es altamente mortal y contagioso, afecta a las personas alterando su sistema nervioso central, acelerándolo y entrando en un estado de ansiedad fisiológica.

No podíamos ni tan siquiera abrir la puerta, fuera estaba todo el aire infectado. La madre fue la primera en alterarse, no poder ver cómo están sus hijos, tan cerca y no saber le estaba atacando por dentro, al niño le entraban ganas de salir, empezaba a sentirse atrapado, yo los retenía y agarraba por su seguridad.

Hubo un momento de máxima tensión que desembocó en un aparatoso forcejeo sobre la madre y su hijo, sin embargo la niña, toda tranquila jugaba con una serpiente de rubik. La niña habló, dijo una serie de frases acerca de la plaga en un tono muy inteligente, dijo que la plaga era parte de un experimento militar cuyas consecuencias tendrían previstas, en el momento que decidan hacerlo, el virus remitirá en sus efectos y volveremos al estado previo.

El discurso sonó tan inteligente que los tres nos quedamos alucinados mirando a la niña como si fuéramos nosotros los bebes.

Al poco rato un nuevo comunicado advirtió a la población de que la plaga había perdido su fuerza.


FIN