29/08/15

Cuándo estemos muertos no habrá problemas


Una mujer bastante guapa y yo caminamos en dirección a la ciudad, me puse a jugar con ella como si fuera una niña y eso a ella le gustaba mucho.

Cuándo yo miraba para ella no sabía si la estaba viendo a ella o su hija, la trataba como si acabáramos de descubrir ayer los números.

En la ciudad nos tranquilizamos más, ya había personas por la calle y casi llegábamos a su casa.

De su casa salió el resto de la familia, su madre, su hermano y su hija. Tenemos que meternos todos en el coche de la mujer para ir al centro, perdemos mucho tiempo, indecisos sobre en qué lugar sentarse cada uno.

Yo me quedé para el final porque no sabía, cuándo están todos dentro noto algo en el suelo, lo cojo en la mano y ellos sueltan una expresión de asombro. Era una pistola, parecía autentica pero yo ya notaba que era de las que disparan bolas.

“Qué pensabais que me iba encontrar una de verdad, no me pondría a apuntaros así entonces” mientras me reía con sus caras en la punta de mira.

Entonces llega un coche de la calle y de pronto aparca a menos de medio metro del nuestro, yo me aparto de un salto pero la pistola la dejo caer al suelo.

La pistola vuelve quedar oscura, solo veía con el reflejo de la luz interior del coche.

De nuevo volví a recoger la pistola antes de marchar al centro pero entonces pasó por mi cabeza un pensamiento. “A que de alguna forma ahora sí que va a ser una pistola de verdad”.

Apalpé el suelo y noté dos objetos, con forma de dos pistolas, cogí una.

Dentro del coche alucino, la que cogí tenía un cañón cilíndrico, pesaba muchísimo, le quité el cargador. “Pero mira que balas, paren de un fusil, menudo calibre tienen que tener”.

Al entrar en la ciudad sin querer pasamos por un control policial. Asustado escondo la pistola debajo de mi camiseta. Nos detienen el vehículo, abren las puertas y sentados nos registran y cachean. La policía de mi lado encuentra mi pistola, al segundo me la devuelve. Nos dejan marchar mientras yo miro boquiabierto la pistola.

“¿Pero cómo cojones nos registran y ni me dicen nada, vosotros sabíais esto? Pero que chiste es este de dejarme pasar armas, ¿qué tengo que llevar para que me detengan?”.

Paramos en una tienda de chucherías, estaba destrozada, los cristales rotos, todo tipo de chucherías tiradas por el suelo, una máquina de batidos abierta por la mitad vertiendo un montón de azúcar pastoso, etc...

Dentro el jefe de la policía estaba gritando y pegando al dueño.
“Pero que cojones pasa aquí!” grito sin entender nada.

El agente me dice “de este dueño se tenemos sospechas de que estaba haciendo algo malo” al terminar sus palabras redobló esfuerzos con la porra sobre el hombre.

“Para! Para! Pero que haces gilipollas, como se te ocurre venir aquí a destruirlo todo, tu crees que así vamos solucionar las cosas” Entonces saco mi pistola y apunto a su cabeza.

“Y si ahora yo decido que tú eres el problema y te mato gilipollas”. A partir de ese instante todo lo que dije fue un grito de indignación. El agente miró hacia mí dando su respuesta, “no tienes por qué hacerlo, aun así si yo fuese el problema podrías hacerlo”.

“Pero sí que sois gilipollas aquí, cómo coño crees que voy solucionar algo matando a todos los que me traen un problema, no ves que no va a ningún lado, eso no es encontrar una mísera solución, eso es quitarse de encima todo lo que no funciona, deberíamos estar todos muertos para no darte problemas idiota”.

El agente no se aparta, ni tiene miedo, tan solo repetía que lo puedo matar si el causase un problemas. Lo peor fue ver cómo era capaz de creerse sus palabras. En un momento se acerca y me dice “Deja la arma y pelea con los puños, ya veremos quién tiene razón, el que no ya verás cómo aprende algo”

“Pero es que este tío tiene que ser subnormal o algo, porque tan gilipollas!”.

Tiré mi pistola, seguí insultándole y puse los puños en posición.


FIN

22/08/15

Ceremonias rituales dentro de un invernadero



Nos encontramos en un claro en medio del bosque, somos un grupo de personas reunidas para enfrentarse a un problema, la aventura había empezado.

Algunos del grupo eran personajes de la saga El Señor De Los Anillos, Gimli, Aragorn, Legolas, los hobbits y Gandalf, de alguna forma sabía que estaba en medio de la primera parte de la saga, La Comunidad Del Anillo.

Gandalf lleva el liderato, cuenta que el enemigo acaba de aterrizar en la tierra, es una raza extraterrestre, empezará su invasión a través de una plaga previa al ataque. Nuestro primer objetivo es construir en el claro una estructura, lo que será nuestro centro de operaciones y nuestra zona más protegida.

A un ritmo acelerado traemos troncos plásticos, cavamos la tierra y al final construimos un enorme invernadero hecho de diferentes tipos de madera y diferentes plásticos. La construcción es de tejado plano, la estructura tiene la forma de un cubo rectangular con una pasillo estrecho adyacente al por el que se entraba. 


Dentro se distribuyó el espacio dejando un círculo en el centro con solo tierra, el resto era hierba y plantas colocadas como en una ceremonia al redor.

Gandalf vuelve a hablarnos de la situación. En medio de sus palabras el sufre una visión, durante unos instantes el tiempo se para y todo lo que ve coge un fuerte tono verde oscuro. Lo que se veía éramos los integrantes del grupo mirar hacía Gandalf aterrorizados, entre nosotros un montón de criaturas con aspecto de trasgo, estas también miraban con terror al mago, en ambos bandos se veían los cuerpos llenos de grietas, el mago lo comprendió, si no cambiaba algo en el futuro se encontraría en esa situación, entonces tendría que usar su último poder, una bola expansiva de magia que mataría a enemigos y amigos.

Tras la visión se volvió aún más apurado, a mí me envió a un pueblo cercano.

En el pueblo la gente seguía con su vida con toda la tranquilidad, unos cuidando su huerta, unos viendo la tele otros hablando en el banco. Yo recorría las calles buscando algún indicio, había personas que no entendían lo que yo buscaba pero otras se escondían muy astutas.

Al convencer a un vecino me dejo entrar en su granja investigar, los integrantes de la familia se estaban poniendo enfermos todos de una forma sospechosa. Dentro no parecía haber nada hasta que veo algo moverse en una pequeña corte, había un ratón con una barriga enorme casi tan grande como un balón de futbol, al apoyarme en la puerta y estar cerca me sentí cansado, entonces lo comprendí, ese tipo de ratas transmitía la plaga.

Cogí una barra de hierro e intenté matarla, al principio fallaba pero al estar atrapada daba vueltas y siempre volvía intentarlo, hasta que perdí mis fuerzas, solo le golpeé una vez, su barriga se dobló como si fuera goma elástica y volvió a su posición. Los siguientes golpes si le daba eran imperceptibles.

Dejo la rata, me voy al invernadero, tienen que hacerme algo, estoy débil, me caigo a cada rato por el asfalto pero sigo, algún vecino me ayuda algún trozo pero otros sonreían, notaba que estaban bajo el control de los invasores, estaban ganando terreno.

Llego arrastrándome a la entrada de nuestro campamento, allí me llevan al círculo y me devuelven la vitalidad.

Volvemos marchar de nuevo un compañero y yo, esta vez tenemos que llevar unas vacas a un lugar seguro, apartado de la plaga.

Las llevamos y una vez cerramos la entrada repasamos el estado del cierre, cuándo me doy cuenta, miro las vacas y tienen algo curioso, eran de una raza que tenían mucha piel sobrante entre el lado derecho de su panza y la pierna derecha, formaba una bolsa colgante dónde las vacas llevaban agua y bebían cuando les apetecía.

Revisando un poste encuentro en el suelo un anillo, es un anillo grande, con una esfera de color dorado a la que están apegadas dos perlas blancas.

“Qué golpe de suerte, podemos vender esto y usar el dinero para financiar nuestra misión” dice el hombre.

Lo miro con más detenimiento y le hago un giro sobre las perlas, el anillo estaba hecho de varias piezas, dentro de la esfera había diminutas figuras oro, unas eran ramas de árboles, otras animales, un ciervo y un lobo.

De repente me doy cuenta, estas figuras colocadas de cierta manera tienen poder mágico, debemos llevarlas al círculo y hacer una ceremonia.


FIN

15/08/15

Magic incluye a Spiderman



Me encuentro a mis amigos al pie de una cama de matrimonio. Están arrodillados, acaban de terminar una partida multijugador a las cartas Magic, yo acabo de entrar en la habitación y me paro a jugar con ellos.

Me dejan el lugar que ocupaba uno de ellos y empezamos de nuevo la partida.

A la partida no solo se le añadían cartas, sino que las criaturas se representaban con unos pequeños huevos de diferentes colores y formas.

Yo en particular tenía un montón de ellos con unos dibujos que recordaban a la careta de Spiderman, además tenía varias cartas que potenciaban esas criaturas Spiderman.


La partida proseguía aunque yo no terminara de entenderla, cuando me toco jugar a mi iba usar una carta cuando me dicen que tengo que gastar mana, otra regla que ni veía.

Busco las tierras entre mi montón desordenado de cartas, gira todas las que puedo y sin enterarme de los colores de mana. Las iré todas por si acaso.

Juego la carta, una carta muy oscura, de color verde y violeta, en el dibujo había una mujer arrodillada con las manos en el pecho como rezando a un árbol que crecía dividido en tres troncos. Todo el resto era bosque frondoso.

La carta me parecía buenísima, hacía Populate con todas las criaturas tipo Spiderman, la que me sobraban, creía que al usarla pondría una criatura adicional de fuerza y resistencia 1 por cada huevo Spiderman que controlase.

Al ponerla en juego, mis amigos me dicen que esa carta es de la última edición que salió hace un mes, la tal habilidad ha cambiado de significado y hace otra cosa. Al ponerla no sé qué hacía pero me quede igual que estaba.

Desconcertado me puse a ojear las otras cartas, todas muy raras y con poco texto aunque todas tenían un grosor exagerado, como si se hicieran como los libros de tapa dura.

Una de ellas me cautivo, era de borde oscuro como la que había jugado pero todo el interior era una enorme bola de fuego de diversos colores, como un vórtice de luz que parecía engullirme.

Me levanté, no entendía el juego y ahora estaban entrado otras personas a la sala, era mi familia, venía de visita a cenar.

Antes de que me diera cuenta estábamos todos comiendo en la cama de antes, las cosas de antes habían desaparecido, en su lugar una fina y brillante cubertería.

Comimos a la velocidad del rayo, fue sentarse y volver a levantarse.

Una vez de pie empezamos a hablar con ese tono característico de las despedidas. 

Hablamos de tópicos, como estaba uno, el otro, su trabajo, sus estudios...

Hubo un momento en el que uno de mis amigos decía algo en broma y después se me agarra al cuello por detrás como si me hiciera una llave en broma.

Al reaccionar agarro su brazo y me inclino hacia la cama al segundo. Mi amigo sale volando hasta caer en la cama con fuerza, tirando algunas copas de vino y con cara de haberle disparado.

“Es broma, no ves que te lancé contra la cama que no te va pasar nada, si no estuviera ahí no te lanzaba tan bestia” explique.

Mi familia quedo desconcertada.


FIN

08/08/15

Antes si tenía sentido


Hay una tubería que cruza una jungla, parecía una tubería de gas aunque no llegue a saber que transportaba. Yo estaba hablando con un hombre que trabajaba en esa sección del recorrido, el recorrido era una enorme curva vallada con barras de hierro negro.

El hombre estaba arreglando un viejo aparato, este eran dos bujías colocadas perpendicularmente una de otra, era una simple sustitución.

Él hablaba triste, recordando lo que había sido aquel conducto, conoció a muchos que como él se habían dedicado a mantenerlo en funcionamiento. Le producía cierta satisfacción recordar los tiempos en los que había como el cientos de personas trabajando.

A mí, sin embargo, me parecía estúpido, “Porque se va sentir orgulloso de que se necesitara tantísima gente, estaban gastando su tiempo y su esfuerzo en cosas ahora automatizadas, si no tienen nada que hacer que vivan como yo, comprando y vendiendo empresas”.

El hombre me entendía pero su expresión no hablaba de tristeza por falta de dinero, más bien por falta de sentirse útil.


FIN

01/08/15

Qué pide ?

Estoy con un chaval que acaba de llegar a nuestro país ese mismo día, es de chino y me paso un buen rato con el pronunciando su nombre, Leno Tse. Al escucharlo le comente que su nombre se pareciera mucho a la palabra luna.

Emprendimos camino hacia la ciudad, allí teníamos que ir a un examen, él me decía que iba ser que en para ese examen íbamos tener que pensar mucho, íbamos tener que aprender a calcular muy bien, entonces yo le detengo “Una cosa, no es que sea tonto pero mis habilidades y recursos matemáticos son mínimos”, el me miro y retomamos la marcha.

Nos encontramos sentados esperando el examen, el profesor no nos dice nada, solo se limita a observarnos. El examen era tipo test o algo parecido, el cuerpo de las preguntas estaba aglutinado en una tabla cuadriculada y repartida de una forma caótica, por algún motivo en esta prueba estaba obligado a pensar en inglés con lo cual yo era lentísimo.

La primera pregunta era sobre una imagen que ocupaba barias celdas de la tabla, pero siempre dejando las líneas que marcaban las celdas. Miraba para ella y veía una mujer y un niño, dentro de una cuadra antigua de madera, ella carreaba abono con una carretilla al exterior. En las celdas que rodeaban el dibujo de la mujer coincidían cada una con un detalle concreto de la corte, una viga, paja amontonada, una telaraña...


Entendía la imagen pero no entendía el resto de celdas, llenas de pequeñas ecuaciones alfanuméricas, había varias columnas llenas de estas expresiones. Confuso y sin saber para dónde tirar mire a Leno como respondía al examen, había pasada todo el examen buscando respuestas y como no había enunciado entendía lo que pedía.

Leno sin embargo estaba concentrado, con su cabeza a pocos centímetros de la hoja, él escribía letras en las casillas.

Lo poco que entendía perdió el sentido. El profesor me llama la atención y paso los momentos siguientes pensando para darme por vencido al rato, volvía coger ganas y repetía el proceso varias veces sin sacar nada de mi mente.



FIN